La biblio

La biblio

Cuando vine, pasé varias semanas lejos del mundo cibernético. Me la pasaba preguntándo dónde podría encontrar un “Cibercafé”. -No he encontrado ninguno-. Para mi suerte, traje conmigo muchos libros que no había leído y los tenía en mi pequeñita bilbioteca. Pero digan lo que digan, el msn se echa de menos y a todas las cosas que puedo sacar provecho de la web. Así que empecé a molestar a mis primos para usar sus cómpus, pero éstos generalmete no paran en sus casas.

Me topé con la sorpresa de que en las bibliotecas te permiten una hora para navegar en la red. ¡Bingo! Cerca de donde vivo hay una en la que ya soy postalita repetida. Hasta se saben mi nombre. Aprovecho la delicia de estar en ese lugar de quietud en donde sus visitantes están entre los anaqueles, jugando ajedrez o inmersos en el internet.

Michelle, unas de las que atiende, se fascinó al saber que yo era del Caribe y se puso hablar su poquito de español. ¡Qué loca! Deberían conocerla.

Hay otro señor que lo veo entrar de vez en cuando. En dos ocasiones me ha dicho que debería entrar a la agencia de modelaje de su hermana. ¡Lo que uno se encuentra! ¿eh?